Smith, conocido tanto por su poderosa voz como por su apertura sobre temas de identidad de género, había declarado en 2019 que se identificaba como persona no binaria. Desde entonces, ha utilizado su visibilidad para hablar sobre diversidad, aunque no sin generar controversia. Esta vez, su afirmación ha sacudido las redes sociales y ha provocado una oleada de reacciones encontradas: desde apoyo incondicional hasta críticas y burlas.

La xenosexualidad es una orientación aún marginal y poco comprendida dentro del espectro de identidades; no se refiere exclusivamente a atracción por extraterrestres, como erróneamente se ha difundido, sino a una conexión afectiva o erótica hacia entidades o conceptos que no se consideran humanos en un sentido tradicional.

Esto podría abarcar desde personajes ficticios hasta ideas abstractas u objetos inanimados, lo cual coloca esta identidad fuera de las categorías comúnmente aceptadas por la comunidad científica o activista LGBTQ+.

En una reciente entrevista, Smith explicó su vivencia con palabras que han sido interpretadas como provocadoras: “Me atraen cosas que no son humanas. No lo puedo explicar, sólo se siente. Si no lo entiendes, pues ni modo”. Esa declaración ha sido suficiente para provocar una tormenta mediática y reabrir el debate sobre los límites, las etiquetas y la evolución del lenguaje con el que las personas intentan describir su identidad.

Las redes sociales se han polarizado: algunos usuarios celebran el derecho de cada individuo a definirse como desee, mientras otros critican lo que consideran una trivialización de la lucha por el reconocimiento de orientaciones e identidades marginadas. También se han alzado voces dentro de la propia comunidad LGBT+ que piden discernimiento entre visibilidad auténtica y expresiones que podrían confundir o desinformar.

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El caso de Sam Smith, más allá de lo individual, vuelve a plantear preguntas incómodas: ¿Dónde termina la autoexpresión y empieza la controversia gratuita? ¿Estamos preparados para nuevas categorías o estamos sobrecargando el lenguaje identitario?

Aunque la xenosexualidad no está oficialmente reconocida ni respaldada por instituciones científicas, su aparición en el discurso público gracias a figuras de alto perfil como Smith, podría acelerar conversaciones sobre los límites de la identidad, la atracción y la percepción de lo que es o no humano.

Por ahora, Sam Smith ha preferido no ampliar sus declaraciones, dejando a la audiencia con un concepto difícil de digerir y una conversación que apenas comienza.

Fuente: El Universal Online