La guillotina al interior del gobierno de Michoacán se puso en marcha, con maniobras desde la Segob y en el sector Salud, generando tensiones
Con la guillotina presta desde la Segob
Como en la novela de Lewis Carroll en la que la fúrica reina de corazones exigía fueran cortadas las cabezas de todo aquél que la contrariaba, cuentan que anda el encargado de la política interna del estado.
Eran bien sabidas las diferencias entre dicho personaje y quien hasta hace un mes tenía bajo su responsabilidad la seguridad pública del estado. El encono era tal que incluso en septiembre, desde las oficinas del bosque Cuahtemoc se habría dado la instrucción de no permitir el acceso al secretario de seguridad a Palacio de Gobierno para el festejo del 15 de septiembre.
Cuentan los que saben que la decisión de no solicitar el apoyo de elementos de seguridad en la movilización de los seguidores de Carlos Manzo el dos de noviembre, no fue gratuita, y que los destrozos suscitados en la sede del Poder Ejecutivo fueron proyectados con antelación desde las oficinas ubicadas en el bosque Cuauhtémoc de Morelia, ello con el fin de evidenciar la incapacidad del secretario de seguridad para ejercer sus funciones, con tal tino que éste último abonó por sí mismo a que la guillotina cayera sobre su cuello al protagonizar una agresión directa contra la periodista Dalia Villegas Moreno que daba cobertura a la manifestación.
El espíritu verduguillo del rey de corazones michoacano, tendría en la mira hoy un nuevo prospecto de degüello: el titular de la secretaría de salud del estado.
En los corrillos gubernamentales, se comenta que las movilizaciones de los cinco sindicatos de salud ocurridos a últimas fechas, son para aplicar la misma fórmula usada con el exsecretario de seguridad estatal, ahora con quien encabeza la Secretaría de Salud, buscando posicionar una narrativa de incapacidad para resolver los problemas del sector.
Dicen los que saben que el problema de fondo es que para las plazas del IMSS-Bienestar, el Gobierno del Estado había comprometido algunas a los sindicatos, pero no cumplió pues la decisión es que todas se repartieran en Casa Michoacán, lo que generó la inconformidad sindical, en particular de sus dirigentes quienes ya se vislumbraban echando mano de esos espacios.
La molestia de los sindicatos, buscó ser capitalizada por el encargado de la política interna del estado, alentando las movilizaciones sindicales que abanderaron como consignas el derecho al escalafón y la entrega de prestaciones laborales.
Sana, sana, colita de rana
Cuentan que tras despedir vía Facebook, a quien fuera secretario de seguridad en el estado, a su exjefe le remordió la conciencia y hoy busca darle un nuevo acomodo en la tarea pública que lo deje mejor parado.
Para ello desde casa Michoacán se estaría buscado convencer a la federación para un relevo en la delegación de la Secretaría del Bienestar, sin hasta el momento tener humo blanco en la petición.
Molestia ahondada por acarreo
Al interior de la administración pública estatal, se estaría ahondando la molestia en contra de algunos funcionarios del gobierno de Michoacán. Ahora la inconformidad radicaría en los funcionarios de nivel medio, por haberlos obligado a acudir con sus propios recursos al Zócalo para la celebración de los siete años de la Cuarta Transformación, esto bajo amenaza que de no hacerlo se despidieran en enero próximo de sus empleos.


