Liam Gallagher ataca a Coldplay y su “kiss cam”, reafirmando su estilo provocador y generando revuelo en redes sociales.
Reino Unido.-Durante su reciente actuación en Heaton Park, Manchester, el vocalista de Oasis, Liam Gallagher, aprovechó para lanzar una de sus conocidas provocaciones, esta vez, el objetivo fue Coldplay y el escándalo que involucró a dos ejecutivos de la empresa tecnológica Astronomer, captados en una situación incómoda por la famosa “kiss cam” durante un concierto de la banda británica liderada por Chris Martin.
Antes de interpretar “Slide Away”, Gallagher se dirigió al público con su característico tono irónico: “¿Tenemos enamorados esta noche? No se preocupen, acá no tenemos ninguna de esas malditas cámaras chismosas como en los shows de Coldplay. A nosotros no nos importa con quién están saliendo, enredando o toqueteando. No es asunto nuestro”.
La frase generó una ovación entre los asistentes y se viralizó rápidamente en redes sociales, consolidando la imagen del cantante como un ícono del rock sin filtros.
El comentario se dio en el contexto de la gira *Oasis Live ’25*, que marca el regreso de la banda tras 16 años de separación. La serie de conciertos comenzó en Cardiff el 4 de julio y visitará ciudades como Londres, Edimburgo, Dublín, Toronto, Chicago, Ciudad de México, Buenos Aires, Tokio y Sídney. En Manchester, el grupo ofreció cinco funciones consecutivas ante más de 80,000 personas por noche, convirtiendo el evento en una celebración masiva del britpop.
El escándalo mencionado por Gallagher ocurrió el 16 de julio durante un recital de Coldplay en el Gillette Stadium de Boston. La “kiss cam” enfocó a Andy Byron, director ejecutivo de Astronomer, y a Kristin Cabot, jefa de Recursos Humanos de la misma compañía. Al aparecer en pantalla, ambos mostraron notoria incomodidad: Byron se agachó y Cabot cubrió su rostro. Desde el escenario, Chris Martin intentó aligerar la situación con un chiste: “O están teniendo una aventura o son muy tímidos”.
El video, capturado por la fanática Grace Springer y publicado en TikTok, superó los 120 millones de vistas en pocos días. La exposición pública generó una ola de especulaciones, ya que ambos directivos estaban casados con otras personas. La repercusión fue tal que Andy Byron presentó su renuncia el 19 de julio y Cabot fue puesta en licencia administrativa.
El futuro de ambos en Astronomer sigue siendo incierto.
El incidente rápidamente se convirtió en un fenómeno cultural. En redes sociales surgieron miles de memes, parodias y recreaciones del momento, incluso en estadios deportivos donde aficionados y mascotas imitaron la escena. Influencers subieron videos satíricos titulados “Cómo actuar cuando te atrapan en la pantalla gigante”, y en Estados Unidos, la tradicional “kiss cam” fue rebautizada como la “Coldplay Cam” en varios eventos deportivos.
Simultáneamente, se generó un intenso debate sobre la privacidad en espectáculos públicos, la ética en el ámbito corporativo y el papel de las redes sociales como tribunal global. Megan Kerrigan, esposa de Byron, eliminó su apellido de sus cuentas y compartió un mensaje de agradecimiento por el apoyo recibido, aunque no se ha confirmado si fue escrito por ella directamente.
La intervención de Gallagher no fue casual. El cantante ha mantenido una relación conflictiva con Coldplay desde hace años, llamando a Chris Martin “profesor de geografía” y calificando su música de “aburrida”. Aunque coincidieron en el concierto benéfico *One Love Manchester* en 2017, Gallagher nunca ha ocultado su desdén por el estilo de la banda.
Su personalidad polémica, caracterizada por insultos públicos, enfrentamientos con su hermano Noel y declaraciones incendiarias, es parte de su sello artístico. En esta gira ha reafirmado su papel como el *enfant terrible* del rock británico, capaz de convertir un escándalo empresarial en una burla viral.
“No nos importa con quién estén jodiendo, tonteando o tocando, no es asunto nuestro”, reiteró Gallagher, ampliando su comentario en otra fecha del tour, en Edimburgo.
En medio del regreso triunfal de Oasis, Liam sigue demostrando que, si algo no le falta, es lengua afilada y sentido del espectáculo.
