Las autoridades mexicanas, mediante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ordenaron el congelamiento de las cuentas bancarias de Raúl Rocha Cantú.
La decisión se enmarca en una investigación que encabeza la Fiscalía General de la República (FGR), en la que Rocha Cantú, quien junto a 12 presuntos cómplices está señalado, es acusado de formar parte de una red dedicada al robo de combustible (huachicol), tráfico de armas y drogas, y lavado de dinero.
Aunque su estatus es el de “testigo colaborador”, la investigación ha revelado que la supuesta red criminal utilizaba empresas fachada, algunas vinculadas a seguridad privada para operar en México y Centroamérica.
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Entre las operaciones atribuidas al grupo están el ingreso clandestino de armas desde Guatemala, tráfico de hidrocarburos importados ilegalmente, y distribución de combustibles adulterados en territorio nacional.
Al mismo tiempo, Rocha Cantú es propietario o tiene participación en varios negocios, casinos, empresas de seguridad, hospitales, lo que, según la investigación, habría servido como pantalla para el lavado de dinero proveniente de las actividades delictivas.
El escándalo ha puesto en entredicho la reputación del certamen global: ser copropietario del concurso no exime a Rocha Cantú de las acusaciones, lo que genera dudas sobre la legitimidad de la operación de la organización mientras se define el destino legal del empresario.
Además, la vinculación de fondos ilícitos con servicios de seguridad privada y operaciones financieras complejas subraya, según las autoridades, la fragilidad del control fiscal y regulatorio en sectores sensibles del país.
Fuente: El Universal Oline