La concesión del relleno sanitario compromete hasta el 20% del presupuesto anual de Morelia, afectando las finanzas municipales por años.
La modificación al título de concesión del relleno sanitario de Morelia implica compromisos financieros y administrativos que rebasan por mucho el debate político del Cabildo de Morelia.
El dictamen aprobado faculta al Ayuntamiento de Morelia a destinar hasta 20 por ciento de sus recursos propios anuales a un fideicomiso para garantizar las obligaciones del proyecto, una afectación que operará cada año y durante toda la vigencia ampliada de la concesión.
La extensión del contrato tampoco se limita a los 15 años mencionados en la discusión pública.
El propio dictamen establece que el plazo se contará no desde 2022, cuando se autorizó la concesión original, sino desde el inicio de operaciones del nuevo proyecto. Al no existir una fecha clara para esa puesta en marcha, la duración real podría superar dos décadas.
El documento también obliga al municipio a garantizar un mínimo de 800 toneladas diarias de residuos, lo que cierra la posibilidad de convertir el relleno en un sitio intermunicipal.
Asimismo, ordena adquirir antes del 31 de agosto de 2027 todos los terrenos necesarios para sostener la nueva vigencia del contrato, sin que se hayan estimado los costos patrimoniales y financieros de esa compra.
Las proyecciones económicas también fueron modificadas a la baja. Aunque el dictamen original hablaba de beneficios superiores a 578 millones de pesos, la versión final reduce el cálculo a 346 millones en 15 años, integrados por 225 millones en beneficios estimados y 121 millones en posibles ahorros sujetos a prefactibilidad y a condiciones de mercado.
Los ingresos previstos por certificados de reducción de emisiones también se ajustaron, con escenarios entre 76 y 158 millones de pesos.
La falta de información completa fue uno de los señalamientos centrales de la regidora Edna Martínez Nambo, quien recordó que el dictamen llegó la noche previa a la sesión y con modificaciones de último momento.
“El dictamen llegó a mi correo el día de ayer a las 9:20 de la noche y hoy mandaron por alcance modificaciones a las 8 de la mañana, incluso todavía hay un transitorio que aplicaron a la 1”, expuso.
También subrayó que el proyecto “no se vio en una mesa técnica de comisiones conjuntas”, pese a que integra la Comisión de Servicios Públicos.
Martínez Nambo reiteró que la decisión compromete recursos municipales, patrimonio y atribuciones operativas sin contar con estudios técnicos independientes, evaluaciones ambientales actualizadas o la fórmula tarifaria definitiva.
Sostuvo que el dictamen representa “cambios estructurales” en la concesión, al modificar plazos, obligaciones y beneficios en un acuerdo que condicionará la gestión de residuos de Morelia por años.
Además, los terrenos requeridos, las obligaciones del fideicomiso y los escenarios de ingresos y costos seguirán vigentes incluso si el proyecto tarda en arrancar, ya que el conteo de la concesión se activará únicamente con el inicio de operaciones, lo que agrava la incertidumbre financiera a largo plazo.

