Cofaddem alerta sobre 16 mil desparecidos en Michoacán, superando cifras oficiales. Exigen justicia para la familia Guzmán Cruz.
Morelia, Michoacán.- En Michoacán podrían existir más de 16 mil desparecidos, pese a que las cifras oficiales reconocen apenas una tercera parte de esa cantidad, señaló Cristina Erandeni Paredes Lachino, representante del
“La cifra negra de desparecidos en Michoacán alcanza al menos 16 mil personas”, alertó Paredes Lachino, al subrayar que los registros oficiales apenas contabilizan unas seis mil personas como desaparecidas o no localizadas en el estado.
Lamentó que las labores de búsqueda se encuentren prácticamente detenidas, debido a las carencias de recursos y capacidades en las dependencias responsables, así como la falta de apoyo institucional para que los colectivos de familiares realicen sus propias acciones de rastreo.
Acto político-cultural
Aunado a ello, colectivos indígenas y familiares de víctimas anunciaron un acto político-cultural que se realizará el miércoles 16 de julio en el Centro Cultural Clavijero, en la ciudad de Morelia.
El evento busca visibilizar la desaparición forzada de seis integrantes de la familia Guzmán Cruz, originaria de la comunidad purépecha de Tarejero, municipio de Zacapu, quienes fueron detenidos por fuerzas del Estado durante la llamada guerra sucia.
Pável Uliánov Guzmán Macario, vocero del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), detalló que el propósito es exigir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que concluya el análisis de fondo del caso, admitido desde julio de 2013.
“Necesitamos que la CIDH ya emita el dictamen de fondo para la familia Guzmán Cruz, el caso fue admitido en julio de 2013, para en 2018 celebrarse audiencias públicas”, señaló.
La Familia Guzmán Jiménez
Entre 1974 y 1976, José de Jesús Guzmán Jiménez y sus hijos Amafer, Solón, Adenauer, Armando y Venustiano fueron detenidos por el Ejército Mexicano y agentes de la Dirección Federal de Seguridad.
Los seis fueron llevados primero a la XXI Zona Militar, en Morelia, y luego trasladados a un campo militar del que no volvieron a salir.
De acuerdo con Pavel Guzmán Macario, los hermanos Guzmán Cruz “eran luchadores sociales, no asesinos o abigeos. Salvo el padre, se sumaron a la lucha armada para combatir la represión ejercida por el gobierno”.
A medio siglo de su desaparición, la familia sigue sin obtener justicia, mientras el Estado mexicano no ha reconocido oficialmente su responsabilidad en estos hechos.
El acto en el Clavijero busca, además de la exigencia internacional, honrar la memoria de las víctimas del pueblo purépecha, cuya historia sigue marcada por la impunidad.
